JARDINS DU CHÂTEAU DE VERSAILLES, FRANCIA

Jardins du Château de Versailles.

No se por qué no me había llamado la atención visitar el Palacio de Versalles siendo que es parte de la UNESCO, tal vez sea por las largas filas o lo costoso que se ve en los tour que ofrecen las agencias de viaje. El caso es que con una amiga del voluntariado justo cruzamos caminos en París y ninguna había tenido la intención de ir, pero nuestras familias nos preguntaban ¡¿Por qué?! Concordabamos con la misma respuesta: “Que voy a ir Forever Alone” así que para no sentirnos solas nos encontramos en Le Champ de Mars y fuimos a ver el dichoso palacio.

Salida trasera del Palacio a los jardines.

Nuestra travesía empezó en la estación de RER C Champ de Mars (amarillo) y al no saber cómo funcionaban los trenes para ir fuera de la ciudad, nos tocó revelar nuestra identidad y pasar por turistas... El pasaje por ida cuesta €3,50 y el trayecto dura como 30 minutos. Cuando salimos de la estación caminamos por las calles siguiendo los letreros “Château ->”. 

Entrada al Palacio de Versailles.

Cuando llegamos faltaba más o menos una hora para que cerrarán el Palacio, nos acercamos al punto de venta de entradas y nos dijeron que al estar cerca la hora de cierre, ellos no se hacían responsables y no devolverían el dinero (el que entró, entro y el que no, de malas) , le preguntamos qué fila era para entrar, al señalarla y ver lo larga que era dijimos: “¡No!”. Así que nos pusimos a tomarle fotos a la estructura del palacio y por alguna extraña razón terminamos en los jardines... Al no saber que había adentro, nos arriesgamos y cada una pagó sus €6... En ese momento decíamos: “Ojalá valgan la pena...”

A toutes les gloires de la France.

Afortunadamente no había fila para ingresar y desde la entrada se veía muy normal (como cualquier otro jardín trasero de una casa). Ya dentro se puede apreciar más la majestuosidad del palacio, ya que el frente al estar enrejado y con muchas personas era difícil de ver, pero al tener su espalda ante nosotras por mi cabeza pasaba “detrás de un gran palacio hay un gran jardín”.

Caminando en los jardines.

Ya entendí el por qué es un lugar increíble que pertenece a la cultura francesa, ¿quién no quisiera ser reina para levantarse en las mañanas y ver semejante maravilla del viejo continente? El que diga que no es porque no ha ido... En ese momento mi mamá debe estar diciendo: “Te lo dije...” Eso si, vayan acompañados porque si van solos ¿cómo van a hacer para jugar a las escondidas en los laberintos perfectamente podados que si se ven desde arriba son una obra de arte?

Un pequeño panorama de los jardines.

De pronto sea porque estaba en verano, pero las flores estaban en su punto más hermoso, no se cómo harán para que en invierno mantengan ese ambiente mágico, aunque me imagino esa explanada llena de nieve y me dan escalofríos de emoción (espero algún día verlo y sentirlo con mis propios sentidos).

Con los jardines.

Ese día si mal no recuerdo, domingo 13 de julio. De pronto porque era 13 o domingo mientras caminábamos podíamos ver como se avecinaba una fuerte tormenta, eso hacia que le diera a la fachada un aura de misterio y suspenso, lo cual permitía tomar fotografías en picado y enserio se podía ver todo su poder que hay dentro. Y al estar como en una pequeña montaña, uno puede vivir todo lo que se ha escrito en los libros de historia acerca de la realeza y su deseo de superioridad, creo que geográficamente también les ayuda estar en ese lugar para darle ese toque de Je ne se quoi que lo hace imponente a nosotros los súbditos de tierras lejanas.

Con el poder del Palacio y el clima.

Ya dentro de los laberintos, cada un corto de tiempo sonaba una melodía con diferentes tempos, como buen instinto seguimos la fuente de esos sonidos pero cuando ya estábamos relativamente cerca (en ese momento estábamos pérdidas, pero en realidad estábamos cerca) se silenció todo y quedamos en una intersección de pasadizos con una escultura en el centro pintada de color dorado oro y bronce con un angel y varios querubines como si se estuviera acercando la tormenta mencionada anteriormente...

Escultura de un ángel con querubines en algún lugar dentro del laberinto del jardín.

Unos pocos minutos después, sonó otra melodía, así que con nuestro espíritu mezclado entre Sherlock Homes y James Bond nos acercamos a esa funte de sonido y terminamos encontrándonos con un maravilloso juego de fuentes de agua. Después nos dimos cuenta que habían letreros informando que cada 10 minutos suena una melodía de 7 minutos en las diferentes fuentes del jardín...

Fuentes de agua musicales.

Como ya sabíamos que iba a haber otra presentación, nos fuimos corriendo a la fuente que estaba justamente al otro lado del jardín... Creo que los coordinadores del palacio tienen una ayuda con el IDEAM francés, porque justo cuando marcaban las 6:15 se vino un aguacero ni el que se imaginan y nos toco evacuar el jardin... Justo 15 minutos antes de su cierre, qué casualidad... Como era una lluvia torrencial todo el mundo salió al mismo tiempo y dos cuadras más lejos, escampó, como si nada hubiera pasado... C'est la vie.

Vista del Palacio de Versailles desde el interior del jardín.