Desde el momento en que dije “me voy a Gythio” puerto de los espartanos en la época de la Guerra de Troya, me asuguré que tenía que ir a Sparta... (y por supuesto decir: "This is Spartaaaa!").
Foto tomada en mi camino a Gythio. |
Ya sólo quedándome pocos días en el Peloponeso me dije a mi misma: “Hoy es el día”. Así que, revisé los horarios del bus que pasaba al frente del campamento; empaqué unas galletas, mis gafas de sol, mi cámara, celular y billetera. El horario decía que el bus pasaría a las 8:15 de la mañana, pero ya eran casi las 8:30 y no pasaba. En ese tiempo de meditación (espera) pensaba en ¿cómo rayos iba a parar al bus? Porque era la primera vez que iba a tomar uno, así que, como si estuviera en Colombia, a penas vi el bus acercarse a mi, levanté mi brazo derecho en espera de que parara, entre más se acercaba el bus más aleteaba mi brazo. Al final el bus no paró y el siguiente bus que pasaría sería hasta las 11:45 de la mañana, como buena exploradora que soy decidí caminar los 5 km hasta el pueblo en vez de esperar a que volviera a pasar el bus y me volviera a dejar.
Arbusto de hojas de olivo |
Me demoré más o menos media hora en llegar al centro de Gythio, y puede apreciar más la vista de la bahía de Lakonikos y de los arbustos con hojas de oliva, pasaba por ese mismo sitio por lo menos 3 veces a la semana pero hasta ese momento no lo había detallado tan a profundidad como en ese momento.
Selfie en el Restaurante Τουριστικό Περίπτερο. |
Al llegar a la estación de buses (en el último rincón de una cafetería) conseguí mi pasaje Γύθειο-Σπάρτα, y con más de dos horas de espera me compré un frappé de fresa y camine por el parque Perivolaki. Al ya haberme quedado sin más opciones de caminata y para aprovechar más el tiempo en Sparta, me fui a almorzar a un restaurante que había en el parque en el costado oriental cerca al mar. Como todavía era muy temprano sólo comí una ensalada de atún con papás fritas.
Camino a Sparta |
Al medio día llegó el bus a la cafetería y 45 minutos después llegamos a la hermosa Sparta, el camino es montañoso (por eso es tan largo el trayecto). Lo más lindo que tiene Sparta son sus construcciones con estilo Bizantino con piedras como muros y tejados de ladrillos, en pocas palabras asombrosas.
Museo de Arqueología, Sparta |
Justo el día que fui estaba cerrado el museo de arqueología pero pude ver algunas de las ruinas que dejaron las guerras en Sparta. Hoy en día es una ciudad pequeña con varias tiendas de ropa conocida y tiene una cantidad de lugares gastronómicos en el centro.
Estatua cerca a la entrada del Museo de Arqueología. |
Sólo hay una tienda de souvenirs llamada Παναγίοτα, que queda diagonal al museo de arqueología y cuenta con una gran variedad de imanes de la película 300. Otro atractivo es el momumento al rey Leónidas y el teatro antiguo de Sparta.
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